Hoy les vamos a presentar a Patricia Peralta. Artesana de Carlos Reyles (Molles) de la Cooperativa COARMO, que actualmente trabaja en la Central en Montevideo, en el departamento técnico de fieltro. En esta entrevista Patricia nos cuenta cómo llegó a formar parte de Manos del Uruguay.

¿Cuál es tu función actual en Manos del Uruguay?

Actualmente estoy trabajando en la Central (en Montevideo). Trabajo con el equipo de diseño, que me da las ideas para hacer los desarrollos de fieltro y confección.

Al ser artesana trato de simplificar lo más posible los nuevos diseños para que después, al hacer las producciones en las cooperativas, sea sencillo y no se pierda  la calidad que es  prioridad en Manos del Uruguay.

¿Cuándo te uniste a la organización?

Me uní a Manos en marzo de 1991. Primero trabajé un tiempo,  luego me alejé por problemas personales y volví en el 2004 porque precisaban gente para una exportación muy grande.  Necesitaban maquinistas así que me anoté y me dieron el trabajo por esa exportación. Después fui trabajando por zafra, cuando me necesitaban me llamaban.

En mayo del 2006 me contrataron. Se armó un grupo de cuatro mujeres para una técnica nueva que se implementó en Manos que era el fieltro. Fue un desafío para mi  cooperativa, adquirir una manualidad milenaria, que hoy es furor en la moda internacional. Actualmente la cooperativa sigue con esta actividad, haciendo las producciones que luego se venden en los locales.

¿Qué fue lo que te atrajo de Manos del Uruguay?

Lo que me atrajo de Manos en ese momento era la oportunidad de trabajar, porque en mi pueblo es la única fuente de trabajo que no te piden requisitos como en otros.

Lo que te piden es compromiso con el trabajo,  ser responsable y hacer las cosas con calidad.

Cuando comencé tenía tres hermanas trabajando, una integraba el Consejo Directivo.

Me gustaba verlas tejer a mano porque llevaban trabajo a casa, pero aparte de todo siempre me gustó la manualidad.

¿Qué hacías cuando empezaste?

Cuando empecé  la artesana  que me capacitó fue Lilian Muniz.

Me enseñó todo el manejo de la máquina, a tejer en jersey, intarsia,  todo en prendas de niño. Luego de que aprendí pude empezar a trabajar para la producción.

¿Qué otras tareas has desempeñado?

He desempeñado otras tareas como terminaciones, confecciones, crochet, bordados, todas las manualidades  que se acostumbran a hacer en Manos.

Estando en la Central me enseñaron a trabajar el telar chico, no mucho, lo básico como para ayudar a hacer muestras.

¿Qué tareas desempeñas ahora?

Ahora me desempeño en fieltro, esta manualidad mágica.

Cada desarrollo que hago me sorprendo más y más de lo que se logra con lana,  humedad,  calor y mucho amor en el amasado.

En esta manualidad me  pasa que puedo volcar mi creatividad e imaginación, según  el desarrollo que haga.

Es un desafío, día a día siempre surge algo nuevo.  Está bueno.

¿De todas las tareas que hacés en Manos, cuál es la que más te gusta?

En realidad me gusta hacer todas las manualidades, no pienso que una es mejor que otra, siempre trato de poner lo mejor de mí en todo lo que hago para que las cosas me salgan cada vez mejor.

Porque en realidad no puedo tener fallas ya que lo que hago hoy, en el futuro va a las cooperativas para producir cada producto que se vende en plaza o muchas veces se exporta.

¿Qué te ha dado Manos del Uruguay?

Manos me ha dado muchas satisfacciones, he aprendido mucho.

Me dieron la posibilidad de trabajar en la central desarrollar mi creatividad y crecer como persona.

Me gusta mucho trabajar en la Central, en Montevideo, aunque esto me cueste alejarme cinco días de mi familia que sigue viviendo en mi pueblo natal, en Carlos Reyles.